Es un deporte
muy completo, que desarrolla todos los músculos y aumenta gradualmente el
volumen de aire inspirado, con el consiguiente desarrollo de la capacidad
respiratoria y de la caja torácica.
Practicado al aire libre goza de los
beneficios conjuntos del ejercicio físico, la aireación, la helioterapia y la
hidroterapia. Consideramos que la enseñanza de la natación debería ser
obligatoria en todos los colegios y escuelas, ya que hoy día el no saber nadar
es considerado como una falta de formación.
Según la
temperatura del agua y la duración del baño
puede ejercer diferente efecto. Si el agua está fría, de 12° a 20°, se
recomienda un baño de uno a cinco minutos, que produce un efecto tónico y
estimulante. Si el agua está fresca, de 20° a 25°, la duración puede ser de
diez a treinta minutos o más, si se nada y no se siente frío, aunque es mejor
descansar un poco y tomar el sol entre baño y baño.
No debe uno
bañarse ni en general practicar cualquier deporte
que implique riesgo si no se halla en buenas condiciones físicas, si se está
cansado, o haciendo la digestión. En cambio cabe hacer una salvedad para las
mujeres: carece de base el temor a bañarse, e incluso mojarse, en el período
menstrual.
Hoy día acostumbran las jóvenes a bañarse en cualquier momento sin
prejuicio alguno. Solamente en el caso de agua muy fría y una sensibilidad
especial puede ocasionar algún trastorno.
En el mar se debe tener muy en cuenta la capacidad personal y no cometer
imprudencias; en general el mar es mucho más temible de lo que parece. La ropa
de baño debe ser lo más cómoda y ligera posible, permitiendo que la máxima
cantidad de sol y aire incidan sobre la piel.
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