Los deportes de carretera despiertan la pasión
de muchos individuos, y no cabe duda que resultan muy emocionantes al
practicarlos. Especialmente si van acompañados con un motor de combustión muy
poderoso.
Aquí un breve recuento de algunos de estos
deportes:
Ciclismo. Desarrolla principalmente las
piernas y secundariamente los músculos abdominales y la caja torácica.
Practicado con moderación y con manillar alto, es un buen deporte. Si se
practica en forma intensiva o competitiva podría no es beneficioso para la
salud, razón por la que ha sido muy criticado en décadas pasadas.
Para practicarlo competitivamente hay que
tener un entrenamiento progresivo y disponer de un médico de cabecera. También
es necesaria una alimentación estrictamente balanceada. Con niveles de grasa
muy bajos.
Las personas que sufren de problemas
cardiovasculares no deben de practicarlo de forma competitiva.
Automovilismo. No es propiamente un ejercicio
físico. Exige destreza, habilidad, autodominio, rapidez de reflejos y
temeridad. Es indicado para aquellas personas que deseen analizar la capacidad
de reacción de su sistema nervioso.
La conducción en karting o en rallies está hoy
al alcance de gran número de aficionados. Para conducir un bólido de carreras
es necesario un entrenamiento previo y control médico.
Las altas velocidades pueden ser
contraproducentes si no se toman las precauciones necesarias.
Motociclismo. Este deporte si bien, no es de
directamente físico al momento de practicarlo, requiere estar totalmente en
forma para hacerlo. Además de destreza, equilibrio, habilidad de
maniobrabilidad, es necesaria mucha fuerza en los brazos y piernas para
cualquier imprevisto con la motocicleta.
Este deporte puede desarrollar la capacidad de
acción y reacción del cuerpo humano, esto gracias a los obstáculos que se
tienen que lidiar al practicarlo.
“En este tipo de deportes los implementos de
seguridad son los más importantes, de ninguna manera se debe intentar desafiar
a la velocidad sin ellos.”
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